¿Qué es la niebla? La niebla de radiación.
La niebla es un hidrometeoro consistente en un agregado visible de gotas de agua (o cristales de hielo) en suspensión en las proximidades de la superficie terrestre. Se considera niebla cuando la visibilidad es inferior a un kilómetro. Existen distintos tipos de niebla atendiendo a su origen o a las causas de su formación, pero en este artículo nos centraremos en la nieblas de radiación, muy frecuentes en áreas del interior de la Península Ibérica, especialmente en las cuencas de los principales ríos.
¿Cómo se forma la niebla de radiación?
Para entender cómo o por qué se forma la niebla de radiación, es importante tener en cuenta que la capacidad que tiene el aire de contener vapor de agua sin que se condense depende de su temperatura. Dicho de otro modo, el aire caliente es capaz de almacenar mucho más vapor de agua que el aire frío sin que haya condesación.
Podríamos imaginar el aire caliente y el aire frío como dos globos (imagen inferior) conectados a una fuente de agua. Si abriéramos el grifo, podríamos comprobar como el globo de aire caliente sería capaz de contener mucha más agua que el globo con aire frío sin llegar a explotar.
¿Y a dónde llegamos con todo esto? Sabemos que el aire siempre contiene cierta cantidad de vapor de agua. Es fácil, entonces, explicar por qué cuando la temperatura es baja hay condensación y se forman nubes, niebla o rocío. Ya tenemos, por tanto, los dos primeros ingredientes indispensables para que se forme la niebla de radiación: aire húmedo y aire frío.
Características de la niebla de radiación
No hace falta ser muy observador para darse cuenta de que este tipo de nieblas aparecen típicamente durante la noche o primeras horas de la mañana, si bien es cierto que pueden persistir durante toda la jornada.
Para explicar esto, hay que tener en cuenta que el aire y el suelo conducen el calor de forma muy distinta. Sabemos que la arena de la playa, por ejemplo, quema mucho a mediodía y está fría por la noche en un día de verano. Es decir, el suelo siempre se calienta más y más rápido que el aire y, del mismo modo, se enfría más y más rápido que el aire.
Así, tras la puesta de sol el calor acumulado en el suelo se pierde rápidamente durante la noche. Si el cielo está raso y hay poco viento, la capa de aire que queda sobre ese suelo cada vez más frío se enfría por contacto. Cuando el aire está suficientemente frío, el vapor de agua comienza a condensarse en forma de gotitas de agua que quedan en suspensión, ya que no son los suficientemente grandes como para que la fuerza de la gravedad las haga precipitarse.
Prácticamente y sin darnos cuenta, hemos citado otros condicionantes o factores que favorecen la formación de las nieblas de radiación. Para que ese enfriamiento nocturno sea máximo, es preferible que el cielo esté despejado y que no haya movimientos de aire ni verticales ni horizontales (viento), es decir, en condiciones anticiclónicas. Es lógico pensar también que el enfriamiento será mayor cuanto más dure la noche, por lo que este tipo de niebla es más propia del otoño y el invierno.
Por último, hay que señalar que la niebla de radiación siempre se formará sobre tierra firme y nunca en el mar, ya que el suelo, como hemos visto, juega un papel fundamental. Así que ya podemos imaginar que las nieblas costeras o marítimas tienen otro origen, otro mecanismo de formación que abordaremos en un próximo artículo.
Hola, Andrés. ¿Tienes algo que ver con Andrés Vicente Gómez, el viudo de la periodista Concha García Campoy?
Hola Manuel. No, no tengo ninguna relación. Un saludo!
Hola Andrés, estoy estudiando Geografía Física en la Uned y tus vídeos de la época que estabas en TVCYL me están ayudando a comprender muchas cosas como el Jet Stream, el efecto Foehn etc , me gustaría encontrar algo que me explique claramente la «evapotranspiración»,¿ tienes algo publicado sobre este asunto ?
Muchas Gracias.
entonces cual seria el papel del vapor de agua atmosférico en el enfriamiento nocturno y que relación guarda con la ecuacion de euler??