Si hablamos de la meteorología o del clima de Menorca, no podemos obviar un fenómeno peculiar, poco estudiado y con una gran importancia económica y social: la rissaga. La rissaga, tal y como denominan los propios menorquines, es una súbita y marcada oscilación en el nivel del mar (de hasta 2 metros). Aunque puede darse en distintas zonas de la isla, e incluso en otras partes del mundo, lo cierto es que el lugar en el que este fenómeno se registra con mayor frecuencia y virulencia es el puerto de Ciutadella. Esto se debe a sus propias características físicas: forma, profundidad, orientación… El descenso del nivel del agua puede llegar a desecar el puerto por completo en pocos minutos, provocando serios destrozos en las embarcaciones. Pasados unos minutos el agua regresa con gran velocidad, dando lugar a algunas inundaciones y graves problemas en las instalaciones portuarias. Además, este fenómeno puede aparecer varias veces durante un mismo día o en días sucesivos.
Y, ¿por qué se produce este fenómeno tan espectacular a la vez que destructivo? Tradicionalmente su origen se asoció a los movimientos astronómicos, como si de una gran marea se tratara. También se especuló con que podían producirse a causa de terremotos submarinos, de modo que las rissagas no eran más que las ondas expansivas del sismo transmitidas a través del mar. Sin embargo, los últimos estudios apuntan a las condiciones atmosféricas como la clave de su génesis. Y es que se ha demostrado que este movimiento repentino del nivel del mar está estrechamente relacionado con oscilaciones bruscas en la presión atmosférica. El maestro Jansá fue uno de los primeros en desarrollar un modelo matemático en el que establecía esas interacciones entre el mar y la atmósfera.
Tras estudiar los distintos casos y observar las condiciones sinópticas asociadas al fenómeno, ya en la década de los 80, se llega a la conclusión de que son necesarios al menos estos dos ingredientes:
- Vientos fuertes en niveles medios y altos de la troposfera (casi siempre del SW) por delante de una vaguada profunda que esté afectando a la Península Ibérica. En el flujo de aire es necesario que haya marcadas diferencias de velocidad entre unas zonas y otras, es decir, lo que se denomina cizalladura.
- Fuerte inversión térmica. A 850 hPa, unos 1.500 metros, tiene que haber una masa de aire muy cálida que contraste con una superficie del mar más fría.
Esta descripción resulta perfecta para meteorológos y estudiosos del clima y de la física del aire. Pero a nivel más práctico, ¿qué tipo de tiempo está asociado a las rissagas? La primera pista es que las rissagas son casi exclusivas de los meses más cálidos del año (de abril a octubre). En superficie el viento suele soplar del E o SE, aunque se han dado algunos casos con vientos del SW, siempre con intensidad débil o moderada. El cielo generalmente aparece cubierto por capas de altoestratos densos y opacos. Es frecuente la observación de zonas mamatifores y de virgas en las nubes, lo que indica la existencia de movimientos verticales del aire en la troposfera media. Otras veces la nubosidad es más dispersas, con predominio de altocúmulos. A menudo el cielo presenta un color amarillento, turbio, con calima. Esto se debe a que los fuertes vientos a niveles medios arrastran polvo procedente de África. No es tampoco extraño que se produzcan precipitaciones débiles, normalmente acompañadas de barro e incluso, en algunas ocasiones, se ha observado actividad tormentosa, débil en todos los casos.
Estas condiciones meteorológicas de partida son las que usan los meteorológos para tratar de predecir el fenómeno. Es importante tener en cuenta que no se puede predecir el fenómeno en sí, sino que sólo se puede alertar a la población de la posibilidad de que se produzca cuando se dan unas condiciones atmosféricas favorables. Resulta, por tanto, totalmente imposible determinar con exactitud la fecha, hora o intensidad de una rissaga.
En resumen, la rissaga es un fenómeno igual de curioso que de peligroso. Estudiarlo, sin duda, resulta apasionante puesto que, si bien se ha avanzado mucho en las últimas décadas, desconocemos aún muchos de sus mecanismos. Para bien o para mal forma parte del patrimonio climatológico de Menorca, especialmente de Ciutadella, así que no es mala idea que, al menos sus habitantes, conozcan bien en qué consiste y cómo se produce.
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